El daño patrimonial

El daño patrimonial que la dictadura revolucionaria le hizo a México es muy grande, pero mas aún la cantidad de mentiras que ha derramado sobre la sociedad a fuerzas de repetir una y otra vez las mismas mentiras. La misma esencia de la revolución es mentirosa.

La guerra civil de 1910 no es de ninguna manera una revolución social, es un genocidio sin nombre, en 1910, México, no era un país pobre, por el contrario, era un país con una pujanza impresionante en todos los órdenes Música, arte, economía, literatura, infraestructura.

Había diferencias sociales, como en cualquier pueblo, como en cualquier momento de la historia del hombre y estas diferencias eran de menor grado que en otros países.

 

Porfirio Díaz fue el gran pacificador y conciliador de la historia moderna, supo manejar al país sin que se desbordaran las pasiones liberales y conservadoras, mantuvo en su lugar y respetó a la Iglesia Católica, supo interesar a los grandes inversionistas en el desarrollo del país y ganarse el respeto y la admiración del pueblo.

México se convirtió en un país de esplendor y un botín muy codiciado para los grupos de poder nacionales y extranjeros.

Una guerra cuesta mucho dinero y resulta risible argumentar que los pobrecitos campesinos tenían dinero para una guerra de emancipación y mas risible aún pensar que quienes aportaron el dinero lo hicieron en forma generosa y desinteresada para llevar a la democracia a México.

Cuando vemos la revolución, Rusa, la China y la Mexicana encontramos enormes similitudes que no caben en las coincidencias. Krenesky, Sun Yatsen y Madero hacen una revolución “democrática” con apoyo popular, viene luego Lenin, Huerta y Mao con una contrarrevolución marxista y se apagan los 3 países.

No necesitamos se adivinos para saber, quién financió la revolución y para que. Solamente veamos quienes fueron los usufructuarios de este movimiento y la pregunta se contesta sola. Este 20 de noviembre “celebraremos” el genocidio y mi pregunta es ¿Cuándo recordaremos el infinito dolor de las madres por sus hijos sacrificados? ¿Cuándo evaluaremos el enorme daño económico y sometimiento del país que nos dejó? Pero lo mas grave ¿Cuándo nos quitaremos esas ideas equivocadas que heredamos de esa ideología perversa, que ha hechos crisis en esta época?

 

Marcos Barraza Urquidi