El adiós de las empresas nacionales

La ONU publica una serie de índices comparativos entre las naciones y me llama la atención dos indicadores.

El del tamaño de la economía, somos la economía numero 11.

Y el de la libertad de empresa somos el país 71, casi igual que Uganda.

Y surge la pregunta

¿Qué tipo de empresarios tenemos que con el freno de mano puesto llevan el país a ser la economía número 11 del mundo?

Lo que estos indicadores no mencionan es que tenemos 3 tipos de empresarios.

1.- El empresario-político o el político metido a empresario

Todas las trabas se convierten en ventajas ya que todo se le facilita.

Un ejemplo fue Hank que tuvo todo tipo de apoyo, exenciones fiscales, permiso de importación etc. Todas las prebendas que se imaginen y las que no también.

2.- El empresario extranjero, aliado casi siempre de un político y protegido por leyes internacionales, con suficiente dinero para tener todos los privilegios de las empresas número 1.

Recuerdan la expropiación bancaria, ¿Qué bancos no tocaron?, Los extranjeros.

  1. – El empresario mexicano sin padrino en la política.

Pobres cuates para ellos son todas las trabas del mundo, la ley federal del trabajo con toda su satanización, los auditores de hacienda, del IMSS, de la tesorería, de inspectores de sanidad, ecológicos, los sindicatos etc.. En síntesis todas las calamidades.

Paradójicamente aquí esta el talento empresarial y tecnológico que da fuerza al nacionalismo y a  la pequeña empresa, dos factores importantísimos en la generación de riqueza y su distribución.

Y es la que se tiene que enfrentar a toda una política antineoliberal, enemiga de toda actividad mercantil, pero que esta lista a disfrutar de sus productos como el más burgués del mundo.

 

Esta es la que esta muriendo, cuando le pregunté a un ejecutivo de Banamex porque habían vendido me contestó: es lo mejor que pudimos haber hecho, Banamex en cualquier omento viene un político ambicioso y se queda con él a CityBank ¿Cuándo lo van a poder confiscar?

De aquí que sea natural que desaparezcan las empresas tipo 3 y la 1 migre hacia la 2 donde tiene la seguridad de no caer en desgracia como la empresa 3.

 

De aquí es importante que tengamos presente que no es el imperialismo, ni los fantasmas de nostradamus lo que esta haciendo desaparecer las empresas mexicanas, son nuestras leyes, es la facilidad que da la constitución de confiscar las empresas, son las leyes las que hacen inviables las empresas mexicanas, así que si esta pensando abrir una empresa patito mejor abra una empresa ducky.

¿Y hasta cuando va a durar esto? Hasta que aparezca alguien con tamaños, disuelva el congreso e instaure una nueva constitución, ¿de qué tipo creen? LIBERAL

Nuestro problema no es el liberalismo es la falta de libertades lo que nos tiene perdidos.

Salinas abrió las fronteras, para que compitiéramos y fuéramos eficientes, pero como íbamos a competir con tasas del 40% y todas las leyes en contra.

Todos los países desarrollados se vuelcan en apoyo a sus empresas, EUA gasta 11,000 millones de dólares en capacitación y apoyo de sus pequeñas empresas (SBA) y dedica un fondo de 47,000 millones de dólares para créditos y subsidia al campo en casi un 50% ¿cuándo íbamos a poder competir?

Corea maneja créditos negativos para sus empresas, nosotros teníamos tasas altísimas, una política laboral que nos define como explotadores y una burocracia que nos extorsiona.

No fue el imperialismo el que terminó con nosotros fue nuestro gobierno y nuestras leyes.

Mi bisabuelo fue empresario, mi abuelo también, mi padre siguió siendo empresario, mis hermanos fueron empresarios, ninguna de esas empresas existe hoy.

Solo mi empresa sobrevivía y a pesar de crisis y todos los problemas seguía creciendo, generamos tecnología propia y aunque suene increíble la exportábamos, en forma paralela siempre luchamos por una verdadera libertad de empresa y por que México generara su propia tecnología, hace 5 meses mi empresa fue violenta e injustamente clausurada por motivos políticos ajenos a su operación.

En septiembre cumpliríamos 26 años de operaciones ininterrumpidas de generar tecnología, hoy despedí al último de los programadores y tomé la decisión de jamás volver a abrir una empresa en México.

Escribo esto no como una queja o un lamento, ni aumentó el desempleo, ya casi todos tienen trabajo, ni se perdió gran cosa, una golondrina no hace verano, es solo por la costumbre de escribir algo e ilustrarlo con alguna imagen vivida.

 

Marcos Barraza