El cerebro, un universo completo

Los laberintos de la conciencia parte XX

El cerebro, un universo completo

Escribí en mi libro de “Caos para principiantes” un capítulo llamado “La Conexión Divina” en la cual narraba que a un grupo de estudiantes universitarios les habían encargado hacer unos fractales, esto es, una ecuación cuya geometría genera la forma de las cosas, la sorpresa es que cuando el joven que se le había encargado el fractal del universo y al que se le había encargado el fractal de las redes  neuronales habían llegado a la misma ecuación.

Una de las propiedades de los fractales es que son únicos y otra es la autoidentidad, lo cual permite tomar una pequeña parte del fractal y al ampliarlo se encuentra uno con la misma forma que tiene el total.

La interpretación de este hallazgo llevó a mucha hipótesis metafísicas y filosóficas, “Nuestras redes neuronales son parte de la ecuación de universo” “somos hechos a imagen y semejanza del universo” “Nuestro cerebro contiene toda la información del universo”, sin embargo, los científicos formales permanecieron en silencio.

Sin embargo, el astrofísico de la Universidad de Bolonia Franco Vazza y el neurocirujano de la Universidad de Verona Alberto Feletti detallaron las sorprendentes similitudes entre el universo y el cerebro en un nuevo artículo publicado en la revista Frontiers in Physics. 

La compleja red de neuronas dentro de nuestro cerebro se parece extrañamente a la red cósmica de galaxias, a pesar de la abrumadora diferencia de tamaño, el cerebro humano muestra niveles similares de complejidad y autoorganización, han afirmado en forma conjunta.

El cerebro humano contiene aproximadamente 69 billones de neuronas al tiempo que el universo observable tiene 100 billones de galaxias, dentro de ambos sistemas solo el 30% de sus masas están compuestas de neuronas y galaxias, tanto las neuronas como las galaxias disponen de largos filamentos ramificados, el resto de la masa juega un papel aparentemente pasivo, el agua en el cerebro y la energía oscura en el universo.

Calculan la densidad espectral de ambos sistemas y los análisis muestran que la distribución de la fluctuación dentro de la red neuronal del cerebelo en una escala de 1 micrómetro a 0.1 milímetro sigue la misma progresión de la distribución de la materia que la red cósmica sigue en la escala de 5 millones de años luz a 500 millones.

¿Qué hay detrás de estas espeluznantes similitudes? 

Los investigadores dicen que puede deberse al hecho de que los mismos principios físicos se aplican a las dos estructuras increíblemente complejas. 

«Probablemente, la conectividad dentro de las dos redes evoluciona siguiendo principios físicos similares, a pesar de la sorprendente y obvia diferencia entre los poderes físicos que regulan las galaxias y las neuronas», explicó Feletti.

El dúo espera que su estudio nos ayude a ampliar nuestro conocimiento de la evolución del universo y el cerebro humano al permitir nuevas técnicas de análisis.

Aunque queda pendiente el tema de la unificación de la termodinámica de la vida con la del cosmos, problema que planteó Schrödinger y que en el caso de la vida resolvió Ilya Prigogine pero está pendiente encontrar la termodinámica que una ambas teorías con lo que lo aprendido de las galaxias nos ayuden a entender el cerebro y viceversa.

Esperemos la reacción de los filósofos y teólogos que sin duda será fascinante, quizás alguno retome la idea de algunos filósofos griegos que opinaban que el hombre es el centro del universo. ¿Usted qué opina?